lunes, 4 de febrero de 2008

Algo más sobre los taxis

David, creo que de los taxis omitiste un par de referencias imprscindibles, Norma, a la que Arjona le besó hasta la sombra abordó uno en Reforma y creeme, de escuchar esa historia me nació una vocación incontralable por kanejar uno y ruletear en esa arteria, con la esperanza de que Diana, la Cazadora, algún dia me aborde y deslizar mi tacto por las tentacciones de su bronce; el segundo detalle omitido es que los taxistas, no los taxis, tienen una maléfica capacidad de mimetismo y si nos ven urgidos, en lugar de detenerse, aceleran, o nos dejan con el brazo extendido para dar preferencia a alguna minifalda o un escote prometedor.Un abrazo.
Juan Manuel

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