lunes, 21 de abril de 2008

Astronomía de octubre

Astronomía de octubre
Juan Manuel Bonilla Soto

Es cierto,
un perigeo se posesiona
en este invierno que será como ninguno.
El tiempo se desboca en conjunciones superiores.

Todo cabe en la simetría de una lágrima
que dilata sus límites de hielo,
y este invierno,
que será como ninguno,
se ve coronado por un cuarto creciente
que se columpia
en las manos arrepentidas
de la distancia,
en estas manos
que buscan el perdón
predicando el evangelio de la caricia
en un cuerpo a veces insensible.
Digo que este invierno será como ninguno
los senderos de la piel
verán que estalla el artificio de la sangre,
la tercera parte de la simetría
instalará su música en un chopo de niebla.

De nada servirá el refugio que ofrezcan cofradías anteriores.
El invierno dominará cualquier impulso
desde el púlpito que tiene al norte de la luna.

Todo cabe en la simetría de una lágrima
y aunque las manos amasen sacramentos,
acabarán muriéndose de una estridencia.

Sólo un talismán de humo
cambiará la suerte del profeta.

Yo sé lo que me espera:
una catástrofe de palomas
que irán de pueblo en pueblo
dejando mis lamentos y mis conjuros,
un redoble de resurrecciones
que se puede traducir de esta manera:
todo cabe en la simetría de una lágrima
porque este invierno será como ninguno.